Una vez, platicando con mi abuelo en lo que Él llamaba la hora del amigo, le pregunté: -“Abuelo, ¿Qué es el optimismo”?-
MI ABUELO
Él me contestó: -“El
optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo
y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las
circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades, junto con la
ayuda que podemos recibir de los demás”
Ahora Yo, platicando con mis
nietos en nuestra hora del amigo le dije a Andrés: -“La principal diferencia
que existe entre una actitud optimista y su contraparte “El pesimismo” radica
en el enfoque con que se aprecian las cosas, empeñarnos en descubrir
inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo.
Ahora mi nieto Norberto me
dijo: -“Tata, entonces para ser optimista ¿Hay que alcanzar el éxito?”-
Entonces yo le dije: -No
Norbert, Alcanzar el éxito no siempre es la consecuencia lógica del optimismo,
por mucho esfuerzo, empeño y sacrificio que pongamos, algunas veces las cosas
no resultan como deseábamos. El optimismo es una actitud permanente de “Recomenzar”,
de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender mejor la
naturaleza de las fallas, errores y contratiempos, sólo así, estaremos en
condiciones de SUPERARNOS y de
lograr nuestras metas. Si las cosas no fallaran, o nunca nos equivocáramos, no
haría falta ser optimistas-
Entonces los dos me dijeron
a un tiempo: -Tata, ahora ya entendemos que cosa es el OPTIMISMO-
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