-Tata, siempre te he visto feliz, siempre estas contando chistes, nunca te he notado enojado- me dijo un día mi nieto Norberto.
-Dame la oportunidad de decirte que significa la felicidad para mi Norbet-
Le dí un sorbo a mi taza de café, porque estabamos en la HORA DEL AMIGO y le empecé a decir:
-Muchas veces, cuando pensamos en la felicidad vemos sus efectos, pero pocas veces analizamos sus causas. Es fácil confundir LA FELICIDAD con el bienestar. Por eso muchas personas tienden a equivocar el sentido de los bienes materiales en sus vidas, creyendo que les dará una felicidad que nunca encuentran. Y es que las cosas materiales nos dan bienestar: Es más cómodo viajar en un coche propio que en un transporte público. Es agradable tener abrigo cuando hace frío, es necesario tener algo que comer. Pero ese bienestar no tiene que vaer nada con LA FELICIDAD.
LA FELICIDAD es un concepto mucho más profundo que la estabilidad, seguridad, esperanza. LA FELICIDAD no es la falta de problemas o la ausencia de dificultades. ¿Se puede ser feliz en medio de una tormenta? SI, porque LA FELICIDAD no es necesario que esté fuera de nosotros. El primer sitio donde debemos de encontrarla es en nuestro interior. Es muy difícil ser feliz con una actitud de resentimiento o de enojo hacia la vida. Tampocos se puede ser feliz si depositamos nuestro corazón en cosas materiales o en las personas equivocadas. El vivir de manera continua, es un conjunto de valores que nos brinda la estabilidad necesaria para sentirnos completos. LA FELICIDAD tiene mucho que ver con el vacío o plenitud de nuestras vidas en su sentido más profundo. Muchas veces puedes tener un gesto hosco, pero puedes ser muy feliz en tu interior. También debes de pensar que siempre LA FELICIDAD te provoca una sonrisa, pero hay gente que sonríe mucho por apariencia pero no es feliz en su interior.