viernes, 25 de abril de 2014

EL PERDÓN

-“En los momentos que la amistad o la convivencia se rompen por cualquier causa, lo más común es la aparición de sentimientos negativos: La envidia, el rencor, el odio y el deseo de venganza, llevándonos a perder la tranquilidad y la paz interior. Al perder la paz y la serenidad, los que están alrededor sufren las consecuencias de nuestro mal humor y la falta de comprensión. Al pasar por alto los detalles pequeños que nos incomodan, no se disminuye la alegría en el trato cotidiano en la familia, la escuela y el trabajo”-

Esto se los comenté a mis nietos mientras nos comíamos un helado en la plaza Sendero de San Lucas, por el comentario que me hicieron.


-Anoche Tata, en la fiesta a donde fuimos, dos chicas se pelearon- me dijo Andrés.

Entonces yo continué diciéndoles: -“En ocasiones, estos sentimientos son provocados por acciones o actitudes de los demás. Entonces nosotros debemos de empezar por perdonar al hermano y para perdonar hay que evitar interpretar mal las actitudes del otro. Debemos de tener disposición para aclarar o arreglar la situación y es por esto que debemos de empezar por perdonar. El perdón enriquece al corazón porque le da mayor capacidad de amar, si perdonamos con prontitud y sinceramente, estamos en posibilidad de comprender las fallas de los demás. Perdonar es más sencillo de lo que parece, todo está en buscar la forma de mantener una convivencia sana”- 

Y terminé diciéndoles: -"esto fue lo que me enseño mi abuelo, y por eso se los comento a ustedes.


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